Hoy vengo a reseñar uno de esas pequeñas obras de arte que pasan un poco desapercibidas entre tantos videojuegos comerciales.
Para mi cumpleaños mis amigos me regalaron la versión remasterizada del pack Ico y Shadow of the Colossus. Aunque ambos juegos no tienen nada que ver el uno con otro, están intensamente relacionados, de hecho si entráis en algún que otro foro especializado hay grandes debates sobre las similitudes de ambos juegos, hasta runas del castillo de Ico que se encuentran en el Shadow y cosas por el estilo.
La historia de Shadow of the Colossus es muy sencilla y emotiva a la vez. Todo comienza cuando vemos a un joven a caballo llevando con él a otra persona envuelta en una gran capa. Después de cruzar un bosque, acantilados y un larguísimo y magnífico puente, llega a lo que parece un templo. Allí descabalga y vemos como pone en un altar el cuerpo de una chica. Wander, nuestro protagonista, ha cruzado las fronteras del mundo prohibido para encontrar a Dormin, del que dicen que puede controlar y devolver las almas de los muertos, para pedirle que le devuelva la vida a Mono, que fue sacrificada por tener un destino maldito (a saber). La entidad conocida como Dormin acepta el trato siempre y cuando Wander consiga derrotar a 18 colosos. Y así Wander irá derrotando coloso a coloso para conseguir que su amada abra de nuevo los ojos.
Os dejo la introducción del juego para que os pique el gusanillo.
La primera vez que jugué, fue gracias a un amigo que lo tenía y me lo recomendó fervientemente. La idea inicial de ir subiendo por las patas y los brazos de un coloso peludo me resultó sin duda muy original y hasta graciosa, pero la verdad es que me costó mucho pasarme el juego la primera vez, porque no hacía más que caerme de los colosos, y muchas veces no sabía qué hacer para poder subirme a ellos.
¿Veis que pequeñín que se ve a Wander? ¡Pues este coloso es de los discretos! Nuestro valiente Wander sólo tendrá un arco, una espada y su ingenio para poder lograr esta tarea hercúlea, bueno no nos olvidemos de Agro, su más fiel compañero, el caballo. ¡Y anda que no me cuesta que a veces me haga caso! Pero si no fuera por Agro estaríamos perdidos en este mundo inmenso del juego. No he jugado a Skyrim, pero Shadow of the Colossus tiene el mapa más grande y continuo (sin cargas) de todos los juegos que he jugado. Creo que el de Skyrim también va sin cargas, pero no estoy segura.
A parte del vasto mundo que tenemos que recorrer, vale la pena decir que estamos completamente solos, en un paraje donde sólo sobreviven halcones, algún que otro pez, tortugas (he visto tortugas! en pequeñas charcas cerca de los árboles), lagartos y árboles frutales. Así que junto a la inmensidad del mundo nos encontramos con una soledad aplastante. Vamos, que yo soy Wander y no duro ni dos días seguidos.
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