Bueno, con Sinsajo se pone punto y final a esta entretenida trilogía y nos enteramos de como acaba todo este barullo de la rebelión que se cuece por todo Panem. Amigos y amigas, la reseña del último libro de Los Juegos del Hambre, avisados quedáis que está repleta de spoilers.
Bien, al acabar En Llamas nos habíamos quedado al final de esos curiosos Juegos del Hambre lleno de tributos vencedores que acabaron de un modo un poco inesperado. Bien, como bien dijeron Twill y Bonnie, aquellas dos fugitivas del 8 que se encuentra Katniss en la caseta del bosque que se dirigían al Distrito 13... ¡Pues sí, hay vida entre los escombros del 13!
Tras los Juegos se llevan a Katniss, echa un cromo, a las instalaciones subterráneas del distrito 13 donde después de recuperarse la ponen al corriente de cómo van las cosas. El Distrito 13, dedicado a la energía nuclear no desapareció cuando el Capitolio lo aniquiló. Los pocos que sobrevivieron se atrincheraron en las instalaciones subterráneas del distrito y con el tiempo han logrado crear toda una base militar con búnkeres y que aloja a todo el distrito 13 y los supervivientes del 12. ¡Ah, sí! El Capitolio se ha cargado el Distrito 12, así de un plumazo, son gente impulsiva ya sabéis.
Katniss se emperra en ir al Distrito 12 a ver lo desastroso que ha quedado todo y entre pitos y flautas acaba por aceptar ser el Sinsajo de la rebelión. A todo esto, Peeta está en manos del Capitolio, torturado e intentando que Katniss no empiece la rebelión, cosa que está más que clara. Su actuación durante este libro lo hacen interesante, aunque no deja de ser un pelele, pero al menos da juego en su versión "modificada".
Bueno, no pondré el final, simplemente que ahora las cosas ya parecen estar en su sitio, la mayoría de distritos (por no decir todos menos el 2) están entre revueltas varias y parece que el Capitolio las va a pasar canutas. ¿Cómo se les ocurre basar toda su supervivencia en unos distritos que odian a más no poder? Los cereales de un distrito, los minerales de otro, el armamento de otro, etc? Se ve a la legua que a la que uno quiera te cortan el suministro... y aunque los controles con miedo, al final la cosa se rompe.
En fin, que nos encontramos en la fase Capitolio Vs. Distritos y a ver quién gana y como. Mención especial a que a estas alturas de la historia, Katniss no está desquiciada, sino lo siguiente. Entre dos Juegos, que si mentiras y amenazas, la familia y amigos en peligro y ser el símbolo activo de la mayor rebelión de estos tiempos tampoco me extraña que la chica esté hasta los mismísimos de todo. De piltrafilla de los Juegos pasa a ser piltrafilla del Distrito 13, pero cabreada y con ganas de enviar a todo el mundo a freír espárragos. Di que sí mujer, que ya está bien de tanta tontería.
Tengo que admitir que el gran conflicto acaba de un plumazo, y no queda muy creíble que por un sólo acontecimiento se termine el sarao, pero tampoco es tan grave.
Es una trilogía muy amena, muy entretenida y disfrutable. Tiene sus puntos flacos (lo que más me ha fallado ha sido los personajes, poco carismáticos en general y muy poco tratados) pero en conjunto me ha gustado mucho. Me hubiera gustado saber más de algunos personajes y sobretodo de la organización de los distritos, de como son cada uno y tal, pero en tres libros sólo te puedes centrar en una linea argumental. Aún así, Collins podría haber puesto 200 páginas más por libro y contar más cosas, que hay muchas lagunas. Quedaría un tochaco de trilogía, pero habría más chicha (o más paja, a saber...) Sí, quizá lo que menos me haya gustado es que el argumento al final es muy simple, teniendo un mundillo como el que ha creado podría haber salido algo aún más chulo.
Ya tenéis lectura para las vacaciones. Aunque si te pones no te duran nada xD
No te duran nada a ti guapetona, que te meriendas las trilogias como si de donuts con agujero se trataran....
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