"Más que un musical, una leyenda". Este es el eslogan que acompaña la promoción del musical Los Miserables en este nuevo estreno por España (ya se representó en 1992) que más que a la obra original de Victor Hugo, hace referencia a la leyenda del musical, que desde su estreno en París en 1980 aún se sigue representando en las grandes capitales del teatro, como Londres o Nueva York. Suerte tenemos que en Barcelona se estrena algún que otro musical, no es lo mismo que Madrid pero al menos algo podemos ver sin tener que viajar a la capital.
Tristemente tengo que admitir que más allá de una leyenda musical, sabía que Les Misérables era una obra literaria, pero nada más. Bueno, la obra fue escrita en 1862 por Victor Hugo y narra la vida del expresidiario Jean Valjean y como se intenta redimir de sus pecados, ambientada en Francia se pueden vivir varios episodios de su historia, pero no explicaré más pues para historia tenéis la Wikipedia. Además, no tiene gracia explicar un musical si lo suyo es vivirlo.
Volvamos al musical. Aunque se estrenó a finales de septiembre, no hemos ido hasta febrero por la simple razón de que si te esperas unos meses y dejas pasar varios "se prorroga" te puedes encontrar con alguna que otra oferta suculenta. Hoy es carnaval y no hay mejor espectáculo que ver a todo un elenco de actores vestidos magníficamente a la moda del siglo XIX y con unos decorados que te dejan boquiabierto. Dividido en dos partes y con una totalidad de 3 horas de función, Los Miserables es una historia que habla sobre el perdón, la libertad, el bien y el mal. Como todo buen musical, las voces y la música son el elemento clave, y he de admitir que el casting está muy bien hecho y que los actores principales lo bordan (por supuesto que los secundarios también, pero se lleva más el mérito el actor que canta dos de las tres horas de la obra). La orquesta se lleva también un gran aplauso, ser tan pocos y tocar en un sitio tan reducido tiene lo suyo, además que yo siempre he valorado mucho la habilidad que poseen los músicos y que yo envidiosamente no tengo. El decorado es muy bueno también, con puentes que bajan, edificios que surgen y cosas por el estilo (tiene detalles tan buenos como farolas o pequeñas velas que dan un toque muy natural al asunto). Acompañando está una pantalla que hace un poco de telón de fondo, con imágenes muy románticas de un supuesto París y alguna que otra sorpresa visual. Si algo me ha sorprendido nada más empezar la función es el ambiente romántico que flotaba todo el rato en escena, sobretodo gracias al humo y las luces, el vestuario es el que era aunque coincida con el romanticismo.
Al ver esta escena, en mi cabeza se ha formado la palabra "Delacroix" de inmediato, es pasmosa su similitud con su obra más famosa La libertad guiando al pueblo tanto visualmente como contextualmente, pues esta escena representa una de tantas barricadas que se dieron en París durante las Tres Gloriosas, también conocida como la Revolución de 1830. Y aquí tenemos el problema de esta obra: su mala (más bien nula) contextualización.
Los humanos somos críticos hasta el extremo con todo, pues bien, si algo le tengo que criticar a esta obra es el contexto histórico y que el guión quizá podría haber estado un poquito mejor (esto ya es muy extremista, la obra está realmente muy muy bien). Bien, en toda la obra la primera referencia geográfica que tenemos es que el alcalde lo es de un sitio llamado Montreuil-sur-Mer, estupendo con esto ya me apaño. Varias escenas más adelante nos situaremos en París gracias a que una alma caritativa nos lo hace saber. ¿Y se puede saber en qué año estamos? Por los ropajes está claro que sobre el siglo XIX. ¿A principios, a medianos? A finales seguro que no... Nos llega la noticia de que el general Lamarque ha muerto. ¡Ah! Mira que bien, como soy una enciclopedia andante sé que Lamarque murió el 1 de Julio de 1832. Pues no, porque a no ser que seas un friki de la historia francesa y te la sepas al dedillo estas cosas no se saben. Justo después de la fatídica muerte del general desconocido empieza una revolución: ¡Ah, ya está! ¡La Revolución Francesa! ¡Como no! Pues si bien he pensado eso en un inicio, la falta de asambleas, nobleza y discursos sobre los derechos (y que la obra no iba mucho con el tema) ha hecho que no me cuadre la cosa. Bueno, pues si eres avispado y tras la escena cuadro de Delacroix y los significativos colores de la bandera francesa que llevan los personajes en el cinto, puedes ubicarte en el hecho histórico correspondiente. Pero como estás más pendiente del diálogo, los gestos la música y el decorado, como que una pasa olímpicamente de situarse en la historia.
Esto es pasarse al extremo, ya he avisado, pues cuando vas a ver un musical, te gusta relajarte, disfrutar de esas magníficas voces y engancharte con el argumento. Al ser una obra tan mítica como nos están vendiendo, quizá los directores dedujeron que todos nos habíamos leído la obra original y que se daba por hecho que sabíamos qué estábamos viendo. La otra opción es que no le dieran mucha importancia ya que la gente no se fija en esas cosas y tampoco le interesa. Pues mira majo, yo he ido perdidísima hasta que he dejado de pensar en ello. A mi me gusta situarme, saber dónde estoy y qué pasaba. Claro que puedo disfrutar de la obra con menos información, pero con poner una imagen de fondo en el momento adecuado con las letras París, 1832 me hubiese quedado más tranquila. No es lo mismo el París del 1789 que el París de 1830... pero bueno, que esto es algo que no puedo evitar, estudio historia de lunes a viernes y llevo ya dos años y medio con ello, si algo han logrado los profesores es comerme la cabeza con el contexto. ¡Siempre hay que contextualizar las cosas!
Bueno, quitando la maldita contextualización (que es algo que sólo nos molesta a los que estudiamos eso, el contexto histórico), es un musical excelente que hace que tu percepción del tiempo pierda todo el sentido, pues cuando ves como los actores se presentan en el acto final piensas "Ostras, ¿ya se ha acabado? ¡que corto!" Desde el descanso al final se hace cortísimo, no te entra en la cabeza que ya hayan pasado las tres horas y veinte que dura todo el espectáculo con el intermedio.
Si sois de Barcelona o alrededores, aún podéis disfrutar de esta obra hasta el 16 de marzo.
PD: Será que estar en las primeras filas te permite verlo todo, pero engancharse el micro en la frente a lo "peca" india no tiene perdón! ¡Jesús, parecía que tuviesen todos un grano! ¿No es más cómodo ponerse el micro en el cuello de la camisa? ¿Será por si se mueven demasiado? No sé, pero hasta que no te dabas cuenta que todos lo tenían, realmente piensas que el pobre protagonista tiene un grano de aúpa. Otra cosa que me ha llamado mucho la atención es que todo el diálogo está cantado. ¡Absolutamente todo! De todos los musicales que he ido a ver, aunque claramente sean musicales, contaban con varias frases habladas, pues en este caso exceptuando alguna expresión monosilábica, todo iba sobre melodía, una maravilla.
¡Hala, ponía más arriba que no iba a entrar en historia y vaya parrafada me ha salido! ¡Lo siento, no lo he podido evitar!
Estupendo resumen de una tarde no menos estupenda de teatro musical. La obra, como bien dices tiene puntos a mejorar pero lo hacen todos estupendamente, una voces muy buenas y la escenografía de lujo, altamente recomendable !!
ResponderEliminarPor cierto, como testigo verifico que esta frase fue pronunciada por la narradora de esta crónica "Ostras, ¿ya se ha acabado? ¡que corto "
Oh mierda, qué rabia me dio perdérmelo! >.< No sabes la rabieta que pillé jajajaja me encantan los musicales y me hacía mucha ilusión ir a este pero entre que no tenía pasta y entre unas cosas y otras al final se me pasó :( Espero que vuelvan otra vez...
ResponderEliminar