lunes, 14 de mayo de 2012

Capitán América

Lo de reseñar películas me da siempre una pereza... 

Hace un par de semanas fui al cine a ver Los Vengadores, el bombazo del mes. Bueno, pues quitando a Iron Man, las demás películas sobre sus superhéroes no las había visto porque en su día tampoco me dio por verlas. Ayer me puse con Capitán América porque entre esta o Thor, me quedo con el capi.

En general sigue la línea que tiene que seguir una película de superhéroes: presentación del personaje; mostrar al malo maloso; presentar a la chica mona de turno; enseñar los poderes del héroe protagonista; insertar alguna que otra escena épica de acción e intentar finalmente que el malo maloso no se apodere del mundo (que obsesión con apoderarse del mundo tienen siempre los malos)

Bueno, estoy siendo muy injusta con el personaje, si me lee algún fan del capitán por favor que no me lo tenga en cuenta. No he leído nunca ningún cómic de Marvel (el cómic de Castle no cuenta como Marvel obviamente) así que no sé mucho de la historia de sus personajes, sus villanos o aliados. Soy más de DC Comics.

Pero volviendo a la película. Nos situamos en plena Segunda Guerra Mundial, americanos vs. nazis, muy trillado todo. Nuestro protagonista, Steve Rogers es un jover neoyorquino, patriota y deseoso de servir a su país luchando en el frente. El problema es que el buenazo de Steve es bastante enclenque (por no decir mucho), un saco de huesos que parece que se vaya a romper de un momento a otro. Una de sus virtudes es su valentía por no rendirse ni huir nunca, cosa que teniendo en cuenta su condición física no le sirve más que para encajar más golpes. 

Entre una cosa y otra, en una exposición futurista decide volver a intentar pasar el chequeo médico para alistarse. Ahí tiene la buena suerte de que el doctor Abraham Erskine escuche su conversación con su amigo que se va al frente. El doctor le ayuda a alistarse y lo presenta para un proyecto consistente en crear a un ejército de superhombres (aka tios macizorros tratados genéticamente)

Al tanto con la transformación del amigo


Ya listo para el combate, su misión no va a ser otra que hacer de spot publicitario andante por todos los Estados Unidos haciendo un show un tanto ridículo donde un tal Capitán América le pega un buen puñetazo a Hitler (¿Referencia al primer cómic del Capitán América?)

Al final entre una cosa y otra (ole, como me salto el argumento) acaba infiltrándose en el campo enemigo para salvar a un escuadrón cuyo sargento es su mejor amigo. Mención especial al súper escudo patriótico que misteriosamente pasa desapercibido a los ojos enemigos. Empieza la acción y sobretodo, las explosiones. ¡Madre mía que montonazo de explosiones tiene esta película!


A todo esto decir que el malo maloso es un nazi fanático del ocultismo que descubre el teseracto y pretende hacer todo un arsenal armamentístico con su energia. Schmitd (así se llama) también fue prueba de estudio del experimento hormonal al que fue sometido Steve y bueno, no le hice el mismo efecto.

Para ir acabando, el capi y el Cráneo Rojo se "enfrentan", la situación se soluciona de un modo un poco cutre y Steve se sacrifica estrellando en el ártico un avión lleno de bombas destinadas a las ciudades más importantes de los Estados Unidos. Lo encuentran, lo descongelan, le dicen que han pasado 70 años y nada, que ya lo dejan todo listo para Los Vengadores.

Nah, si casi ni se ve

Que reseña me ha salido... en definitiva, película muy entretenida en la que me lo pasé riendo a cada dos escenas (estaba de buen humor) y que me la tomé como eso, una película para ver el domingo en buena compañía. Es una buena película de superhéroes y te deja con ganas de ponerte otra del elenco (Iron Man, Hulk, Thor o Los Vengadores)




1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo en lo espectacular del cambio físico del prota, si en verdad esa máquina existiera habría colas que darían la vuelta a este nuestro mundo para conseguir tan gloriosa transformación...

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