viernes, 20 de abril de 2012

Los Juegos del Hambre, de Suzanne Collins

Desde Navidad que tenia pendiente la lectura este libro y entre una cosa y otra hasta ahora no lo he hecho. Bueno, es que anteayer vi el póster de la película y me dije: No veré esta película sin antes leer el libro, ¿no? 

Mucha gente lo ha recomendado, dicen que engancha y que está muy bien. Por desgracia la opinión general también dice que el primero está muy bien, que el segundo decae y que el tercero se arregla... Vamos a por ellos:

Nos situamos en Norteamérica, la única parte del mundo que sigue en pie tras una guerra. La zona se divide en 13 distritos y el Capitolio, centro muy avanzado tecnológicamente desde dónde se controla con fuerza férrea los distritos. Durante los Días Oscuros los distritos se rebelaron en contra del Capitolio, el levantamiento acabó con la victoria del capitolio, la sumisión de los distritos y la destrucción del distrito 13.

Para que la gente no se olvide de los Días Oscuros y sobretodo, que el Capitolio tiene el poder absoluto, se celebran cada año los juegos del hambre. Los juegos del hambre afectan a los niños y niñas de los 12 distritos de entre 12 y 18 años. Al llegar a los 12, se incluye el nombre del niño/a en una urna de donde puede ser elegida, para los más pobres existe la posibilidad de pedir unas teselas (una renta de cereales que a cambio te hace entrar otra vez en el sorteo, por lo que los ricos tendrán pocas papeletas en las urnas mientras que los pobres tienen más posibilidades de ser elegidos). Mención especial a que los juegos se retransmiten íntegros por la televisión y son de obligado visionado (o sea, como un reality show pero viendo como se cargan a tu hijo)

Por cada distrito se eligen un chico y una chica para participar en los juegos, éstos son enviados al Capitolio, donde los presentan. les hacen entrevistas y una prueba de entrenamiento para darles una nota orientativa para posibles patrocinadores que les pueden enviar ayuda una vez estén en plena batalla campal.

Las reglas son sencillas, 24 chicos metidos en un estadio gigantesco donde puede haber de todo, desde un entorno inhóspito y helado, como un bosque frondoso pasando por el desierto. Cada año lo cambian. Los juegos se acaban cuando sólo queda un superviviente, que como premio se le da una renta de por vida que lo hará rico. 

Para no decir mucho más, que ya me estoy pasando, digo 4 cosas sobre los personajes. 

La protagonista es Katniss Everdeen, natural del Distrito 12 vive con su madre y su hermana en una pobreza absoluta, sobreviven gracias a que se dedica a la caza furtiva en el bosque, zona que se excluye de la alambrada del Distrito. Su único amigo es Gale Hawthorne con quién caza en el bosque para sacar adelante a sus familias.

Por otro lado tenemos a Petta Mellark, el hijo del panadero al que la suerte le ha llevado a participar en los juegos del hambre junto a Katniss.


No digo más porque iré a ver la película con mi chico y quizá le esté chafando el argumento.


Sobre la similitud con Battle Royale, que ha llevado mucha polémica. No diré que se trate de un plagio, pero los que conozcamos Battle Royal (no me he leído el libro, pero sí que he visto la película y he leído un poco el manga) nos hemos acordado al instante nada más leer la contraportada del libro. Hay que admitir que las similitudes son muchas: en Battle Royal, debido al alto porcentaje de fracaso escolar en Japón, el gobierno decide escoger al azar una vez al año a una clase de instituto y llevarlos a un emplazamiento secreto y aislado donde deberán matarse entre ellos hasta que sólo quede un alumno. El fin de tal atrocidad es concienciar a los alumnos para tomarse en serio la vida, sobre todo la vida estudiantil.

En los juegos del hambre, el Capitolio lo usa como instrumento de pánico y control para que los distritos recuerden que están a su merced y que no se les ocurra iniciar una rebelión. La verdad es que es muy jodido tener un hijo y saber que desde los 12 a los 18 lo pueden elegir para que sea parte de un circo que ha montado el gobierno y ver en televisión como lo matan. 

Tengo que admitir, que uno de los elementos que hacen que enganche el libro es el simple morbo por saber quién muere y quién no muere, cómo se lo cargan y qué armas tienen. No es tan bestia ni mucho menos como Battle Royal, pero la historia está bastante bien. Lo que supongo que hace decaer el segundo libro es el triángulo amoroso que se monta, aunque se huele a rebelión, y eso puede estar interesante.


En definitiva, que me ha gustado mucho y que a pesar de querer saber más, se puede quedar en un libro sólo, porque por si sólo se aguanta bastante bien. Como hay dos libros más, pues aprovecharemos la oportunidad de saber un poco más. 


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